Galgos ‘incognitos’Por Carlos Contera, Veterinario y criador A mediados de este mes de enero se celebrará el mayor espectáculo canino español: la fase final del Campeonato de España de Galgos en Campo. Más de cuarenta mil personas se esperan en Cantalapiedra (Salamanca) corredero de gran tradición, que don Francisco Seirul-lo definió como “uno de los mejores cotos que existen en España, con muchas liebres gordas y corredoras, que a algunas parejas de perros les vienen grandes. El piso es bueno, sin piedras, tomillos ni escobas; sus pierdes son unos alejados pinares para que el perro se emplee y demuestre lo que tiene.” El Campeonato de España es la meca anual del galguero. Todo aquel que tiene algo que decir en galgos está presente en esta fiesta. Después de Madrigal, Écija y Quintana de la Serena, la junta directiva actual de la Federación Española de Galgos debería aspirar a repetir mandato. Francisco Salamanca como presidente y Juan Carlos Ramos –el actual secretario- representan la facción más cultivada y sensible de estos miles de aficionados pegados al terruño y amantes de lo nuestro. Han desarrollado imaginación, promovido iniciativas hasta ahora nunca vistas, elaborado campañas, reforzado la reglamentación y consolidado la capacidad organizativa de los campeonatos que son un éxito de orden y público una edición tras otra. Este equipo merece cuatro años más. La federación de galgos se conformó a partir del campeonato de campeones de 1931. Desde entonces se marcó como un objetivo la filiación de los perros en concurso. La Galguera compartió registros con la Real Sociedad de Fomento de la Razas Caninas. Intercambiaron libros y cargos directivos. Especialmente en los años setenta cuando Jaime Murube presidía la canina y era vicepresidente de la Federación. Sin embargo, sólo han obtenido continuidad los registros de perros en las fases finales, regionales y nacional. Donde aparecen casi todos los perros como ‘incógnitos’, o sea de ascendencia desconocida. Incógnito y exento (un emparejamiento sabiendo quién se clasifica) son dos palabras pintorescas del lenguaje en las competiciones galgueras que cumplen ya setenta ediciones. Sin embargo, para los criadores y concursantes, la genealogía de sus galgos es completamente reconocida. Los aficionados de nivel competición conocen a la perfección la ascendencia de los perros que prueban y buscan con ahínco los emparejamientos más adecuados. Otra cosa es que los resultados sean previsibles. El gran encuentro de sangres, entre las galgas españolas y los sementales ingleses, se produjo entre los años mil novecientosveinte y cuarenta. Veta de ‘medias sangres’ campeones reiteradamente, bajo un reglamento muy parecido al de la copa Waterloo. A partir de esos cruces se cuajó esta mítica raza de perros de campo que responde con velocidad y resistencia. Los perros de la competición buscan ser ejemplares completos. La cría se está haciendo de manera intuitiva, ligando familias y caracteres. José I. Vargas -del Comité Veterinario de la Federación- ha descrito el momento actual de la cría: “Con el transcurso del tiempo, los cruces entre razas han seguido realizándose, pero ya no se partía de padres de razas puras, con lo cual se estaba y se están cruzando galgos ya cruzados, obteniéndose productos de rendimiento incierto”. Con la tecnología disponible - tatuajes, transponders (chip), tipificación por ADN- el tiempo de los incógnitos debería estar superado. En el inicio del siglo XXI, un ganadero propietario de un enorme rebaño de cabras identificadas sabe con una prueba sencilla de caracterización genética qué macho es el padre de cada chota, aunque las montas se produzcan entremezcladas. Con el mismo método de laboratorio, los galgos de competición deberían estar completamente identificados. Con genealogías controladas y con un referente institucional serio como el de la Federación. Sería éste el mejor seguro antirrobo, la mejor prevención del fraude de las montas y la mejor manera de establecer responsabilidad y trazabilidad cuando el galgo ya no compite. Será también el instrumento necesario en manos de criadores para elaborar líneas estancas y criar con esa información. En el número próximo, hablaremos de la competición y la caza menor.Publicado en Revista Perros de Caza nº 204 - Enero 2008 Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
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